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miércoles, 13 de noviembre de 2019

LA ABADÍA DE NORTHANGER

La Abadía de Northanger de Jane Austen- ALBA minus


- Por lo visto, se ha formado usted una idea muy agradable de la abadía.
- Es cierto. Pero ¿acaso no se trata de uno de esos lugares maravillosos que nos describen los libros?
- En ese caso, deberá usted prepararse para soportar los horrores que, según las novelas, suelen rodear a esta clase de edificios. ¿Tiene usted un corazón fuerte, y nervios capaces de resistir el temor que suelen producir las puertas secretas, los tapices ocultadores...?

Una joven, ávida lectora de novelas, acabará interpretando un personaje totalmente novelesco que se moverá entre intrigas y terribles secretos. Es una novela de la primera época de su autora. En principio concebida como una sátira de la novela gótica, va sin embargo más allá de este propósito y ofrece una pintura social rica y mordaz y una trama ingeniosísima con sorpresas inesperadas.

Catherine Morland es una joven de 17 años, lectora de novelas góticas y con una imaginación desbordante, que viaja a Bath con los Allen, un matrimonio amigo de sus padres. Allí se entrará de lleno en la vida social de la ciudad, donde conocerá a Isabella Thorpe y su hermano John Thorpe. También al atractivo Henry Tilney, su hermana Eleanor y al padre de estos dos últimos el General Tilney, quien invitará a Catherine a pasar unas semanas en la Abadía de Northanger.

Jane Austen vueve a narrarnos una novela romántica, donde los vaivenes entre personajes, amoríos y malentendidos están a la orden del día. Sin embargo, La Abadía de Northanger tiene una pequeña diferencia, y es que dota ha esta historia de pequeños toques góticos. Y en mi opinión, son esos mismos toques góticos las que le quitan valor a esta novela.

La historia comienza fantástica, con Catherine llegando a Bath y haciéndose amiga Isabella. Una chica superficial, manipuladora y egoísta que intenta emparejar a Catherine con su vulgar y grosero hermano John. Entre ellos tres (mejor 4 si sumamos al hermano mayor de Catherine) y la familia Tilney surgen unas tramas realmente entretenidas, de conquistas, engaños y desamores. 
 
Sin embargo, todo ello se esfuma una vez que Catherine pone un pie en la Abadía. Y es que la trama que se da en ese lugar ni me llegó a inquietar, ni me resultó para nada interesante. El salto y el ritmo de la primera parte de la historia, a la parte central es tremendo. De hecho, parece que no estemos leyendo ni siquiera la misma novela. 

Aun así, la historia vuelve a remontar una vez que la protagonista tiene noticias de Bath y de lo acontecido allí. También, su final es bastante decente, predecible, pero encantador y se resuelve el misterio que carcome a Catherine desde su marcha de la Abadía.

En definitiva, La Abadía Northanger es una novela con sus más y sus menos, pero sigue siendo Jane Austen y la verdad es que siempre es un placer leer algo escrito por ella.