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domingo, 10 de enero de 2021

REBECA

 Rebeca de Daphne Du Maurier - DEBOLSILLO


Rebeca, siempre Rebeca. Fuera donde fuera, en Maderley, me sentase donde me sentase, incluso en mis pensamientos y sueños, allí me encontraba con Rebeca. Ya la conocía con sus piernas largas y esbeltas, sus pies pequeños y estrechos. Era algo más ancha de hombros que yo y con unas manos llenas de destreza. (...) Ya sabía también cómo era su cara: pequeña, ovalada, de tez blanca y sin mácula, con un magnífico pelo negro. Conocía su perfume y podía adivinar su risa. Si la hubiera oído entre mil otras, hubiera reconocido su voz. Rebeca, siempre Rebeca, Jamás me libraría de Rebeca.

"Anoche soñé que volvía a Manderley..."

Así comienzan los recuerdos de la segunda señora De Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en la húmeda y ventosa costa de Cornualles. Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogada por la fantasmal presencia de la primera señora De Winter, la hermosa Rebeca, muerta pero nunca olvidada. Su habitación permanece intacta, sus vestidos listos para ser lucidos y su sirvienta, la siniestra señora Danvers, aún le profesa una devoción malsana.

Y con el espeluznante presentimiento de que algo maligno le está aprisionando el corazón, la joven comienza a investigar el verdadero destino de Rebeca: el oscuro secreto de Manderley.


La historia comienza en Monte Carlo, donde una joven de clase media, acompaña a su Señora en un viaje por Europa. Allí, la joven conoce al Señor De Winter, el señor de la mansión Manderley, que se quedó viudo recientemente. Entre la joven y el Señor De Winter surgirá una intensa historia de amor que hará que la joven se traslade a Manderley.

Daphne Du Maurier nos trae la historia de una obsesión, de una obsesión que atormentará y trastocará la vida de nuestros personajes. "Rebeca, Rebeca, Rebeca" no oímos más que ese nombre durante toda la novela, haciendo que como lectores nos obsesionemos también con ella. Pero, ¿quién era Rebeca? ¿Qué tenía de especial? ¿Por qué todos hablan maravillas de ella?

Eso es lo que se pregunta la joven protagonista de esta novela. Esta chica, de la cual nunca conoceremos su nombre, narra en primera persona su historia de amor con el Señor de Winter y su traslado a la casa de campo de la costa inglesa, Manderly. Desde el primer momento, la joven se sentirá como una extraña en esa casa, fuera de lugar como la nueva señora de Manderley, donde sus miedos, sus inseguridades y su falta de autoestima se acentuarán. Se sentirá perdida en su nuevo hogar, desamparada por su marido y eclipsada por la primera Señora De Winter, la perfecta, la maravillosa, Rebeca.

La autora consigue una ambientación excepcional donde, sentiremos el ambiente oscuro, tétrico, opresivo y obsesivo de Manderley. Además, Du Maurier, incluye a una de los mejores personajes de la historia, la señora Danvers, la ama de llaves de la casa de campo, salida directamente de una historia de terror. 

Sin embargo, como punto bastante negativo, opino que la historia tarda muchísimo en arrancar y que si no hubiese sido por las buenas críticas que había leído, seguramente hubiese abandonado el libro. Menos mal que no lo hice