La Feria de las Tinieblas de Ray Bradbury - Minotauro
- ¿Hay algo - dijo Will- que no te ponga triste?
- Una sola cosa. La muerte.
- ¡Caramba!. ¡Me parece que eso tendría que ponerte triste!
- No - dijo el hombre que tenía la voz del mismo color que el pelo-. La muerte pone tristes a todos los demás. Pero en verdad, la muerte solo asusta. Si no hubiese muerte, nada se corrompería.
Dos adolescentes descubren, una noche de octubre, que en unos pocos minutos, unas pocas vueltas en el carrusel de una feria ominosa, pueden apresurar el tiempo y transformarse en adultos, o en viejos centenarios, o ir hacia atrás y volver a los balbuceos de la primera infancia...
Tenía muchas ganas de empezar con este libro. Más o menos al principio de cada estación, suelo organizar lo que leeré en los próximos meses (aunque siempre hay espacio para incluir más lecturas) y La Feria de las Tinieblas estaba, sin duda, en esa lista de libros. ¿Cómo no iba a estarlo? Una historia de "terror" y fantasía ambientada en octubre. No se me ocurría algo mejor para la época de Halloween, hasta que comencé a leer.
Una larga noche de octubre, dos adolescentes, Jim y Will, avistan cómo una feria inusual se asienta en su pueblo. Se trata de una feria oscura, con personajes enigmáticos y escalofriantes y con atracciones mágicas, donde un carrusel puede hacer envejecer o rejuvenecer a quien se monta en él.
La Feria de las Tinieblas tiene todo aquello que necesita una buena novela: una ambientación fantástica, personajes con los que puedas empatizar (en este caso, Jim, Will y el señor Halloway), personajes malvados y misteriosos (el señor Dark, el señor Cooger, la bruja...) y una trama que en un principio resulta escalofriante SPOILERS me encanta que cuando se rejuvenece a alguien en el carrusel suene la marcha fúnebre hacia atrás, muy original FIN DE SPOILERS.
Pero, porque por desgracia hay un pero, no me ha gustado nada (absolutamente nada) la prosa. No sé si Ray Bradbury en sus demás novelas utiliza esta forma de escribir (tengo todavía su famosa novela Fareheit 451 en mi lista de lectura), pero en esta novela lo hace de una forma muy muy muy densa, con una prosa casi poética, llena de recursos literarios. Esto hace que se haga muy lento leer (empecé el libro el 13 de octubre y lo dejé el 7 de noviembre, un libro de 304 páginas, así que imaginaros), haciendo que la historia apenas avance. Además, hay ocasiones (bastantes) en las que el autor emplea tantas metáforas que no sabía de qué me estaba hablando. A pesar de que el argumento me estaba gustando, no me apetecía leer este libro, pero continué hasta leer algo más de un %60 de la novela, pero me di cuenta de que no lo estaba disfrutando, que solo leía con la esperanza de que mejorase (y por sus buenas críticas). Pero no ocurrió.
