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domingo, 7 de octubre de 2018

MANSFIELD PARK

Mansfield Park de Jane Austen

Todo lo tenía allí a su alcance; y cuando no sentía ganas de ocuparse en algo, cuando su ánimo solo pa predisponía al ensueño y a la contemplación, apenas podía mirar un objeto en aquel recinto que no suscitara en ella la evocación interesante de algún hecho ocurrido en aquel mismo sitio. Todo le era agradable o le hacía pensar en una persona amiga;y aunque allí había tenido que soportar a veces mucho sufrimiento, aunque sus razones a menudo habían sido mal interpretadas, sus sentimientos desatendidos y su intelecto menospreciado, aunque allí había conocido los tormentos del rigor, el ridículo y el desdén, no obstante, casi toda repetición de alguna de aquellas conyunturas había conducido a algo consolador.

Fanny Price es una niña todavía cuando sus tíos la acogen en su mansión de Mansfield Park, rescatándola de una vida de estrecheces y de necesidades. Allí, ante su mirada amedrentada, desfilará un mundo de ocio y de refinamiento en el que las inocentes diversiones alimentarán maquinaciones y estrategias de seducción. Ese mundo oculta una verdad peligrosa y sólo Fanny, desde su sumiso silencio, será capaz de atisbar sus consecuencias y amenazas.


Fanny Prince es, sin duda, una heroína diferente a la que nos tiene acostumbrados Austen: es tímida, retraída, introvertida y habitualmente suele pasar desapercibida; pero tiene una fuerza interior asombrosa. Y ahí es donde consigue que los lectores empaticemos con ella; gracias a su saber estar a pesar de que su tía Mrs Norris no deje de humillarla, gracias a su leal amor por su primo y a la capacidad que tiene de perdonar y encontrar lo mejor en cada persona.

Con Mansfield Park, Jane Austen nos mete de lleno en la vida de los Bertram, los Crawford, los Grant y los Prince en su novela más extensa de las seis que escribió a lo largo de su vida. Mientras la leemos sentimos que sigue siendo Austen la autora, aunque le falta emoción, ironía y una historia de amor más creíble.

Porque, ¿en qué queda una novela romántica si falta la gran historia de amor? En una novela un tanto descafeinada, un quiero y no puedo. Y es algo que me da mucha pena, viniendo de una de mis autoras favoritas. 

El problema que veo es, que la parte masculina de esa historia de amor no está interesando en nuestra protagonista: la ve como su confidente, su mejor amiga, pero no como su futura esposa. La relación amorosa central no está bien ejecutada a lo largo de la historia, haciendo que el final sea algo previsible a la vez que inesperado. Previsible, porque desde el principio sabemos cómo va a terminar, e inesperado, porque como lectora deseas, esperas que finalice de otra forma. 

En cuanto a los personajes, aparte de nuestra protagonista, debo mencionar a Henry Crawford. Un joven seductor, encantador e inteligente pero extremadamente vanidoso, ambicioso y egoísta. Al principio y durante gran parte de la novela, Herny es un ser absolutamente despreciable; pero una persona, una circunstancia le hace cambiar y se convierte, al menos en unas páginas, en una persona completamente nueva. Austen le da una oportunidad a este personaje. Por desgracia, ese cambio no perdurará hasta el final. Una ocasión, a mi parecer, totalmente perdida.

Como curiosidad, la hermana de Jane, Cassandra, suplicó a Jane que escribiese el final de otra manera en la que Fanny se enamora de Henry. Pero Jane siguió la historia como ella lo había planeado desde el principio. Ojalá hubiese hecho caso a su querida hermana.



EL HOMBRE DE LA REINA

El Hombre de la Reina de Sharon Kay Penman- Planeta DeAgostini

Un hilillo de sangre había empezado a salir de la comisura de sus labios. Cuando volvió a hablar, Justino tuvo que inclinarse para poder oírle, tan cerca de él que podía notar su aliento entrecortado en su propio rostro. Incapaz de creer lo que acababa de oír, miró con incredulidad al mortalmente herido.
- ¿Qué habeis dicho?
-Prometedme. Debéis entregarle esta carta a ella... a la reina.

En 1193, el joven Justin de Quincy descubre casualmente una pista que puede desvelar el paradero de Ricardo Corazón de León, a quien se da por muerto. Leonor de Aquitania, la reina que escandalizó al mundo al divorciarse del que sería rey de Francia (Luis VII) para casarse con Enrique II, le encomienda una investigación que le obligará a adentrarse en el complejo y peligroso mundo de las intrigas que rodean la corte de Leonor.


Bueno, bueno... que inmensa decepción. Siento ser tan directa, pero... no hay otra forma de decirlo. Es cierto, que tenía muchas expectativas con respecto a este libro, básicamente porque su autora es la misma que escribió mi trilogía favorita: El Sol en Esplendor. Por lo que pensaba que sería algo parecido. Ni mucho menos. Ahora os explico por qué:

El Hombre de la Reina cuenta la historia de Justino de Quincy, hijo ilegítimo de un obispo en la Inglaterra gobernada por Ricardo I. Justino, tras un enfrentamiento, descubre una pista sobre el paradero del Rey, convirtiéndose así en hombre de la Reina Madre:Leonor de Aquitania. 

Muy pocas veces me he encontrado un libro tan mal escrito, con unos diálogos tan absurdos (aunque Crepúsculo sigue en el podio). De hecho llegué a pensar que la traducción era lo que no le hacía justicia al libro, ya que no podía entender como la misma persona podía haber escrito esta historia y a la vez ser autora de una de las mejores trilogías que he leído. Sencillamente no me entraba en la cabeza. Pero luego, me encontraba conversaciones como estas que afirmaban mi incredulidad:
<< -Es más, soy también capaz de ronronear.
     - Y de arañar.
     - Bebe, amor mío. Vas a necesitar todas tus fuerzas esta noche.
     - Eres una moza desvergonzada. Eso me gusta.>>  (Lo que es vergonzoso es este diálogo)

Además, los personajes no son para nada del otro mundo. Están extremadamente caricaturizados, y la autora no llega a profundizar en ellos (aunque puede que lo haga en las siguientes entregas). Ni siquiera el protagonista, Justino, se salva (y eso que junto con Leonor de Aquitania, es de lo más salvable). Si tuviese que elegir una palabra para definir a los personajes es: pereza.

Segun Penman, esta saga es la primera ficción histórica de misterio que ha escrito, y sinceramente, que las disfruten los demás. Yo me quedo con sus fantásticas novelas  históricas.




P.D. Si queréis echarle un vistazo a los demás libros de la saga Justino de Quincy aquí os dejo el enlace en GoodReads.