Svein, el del Caballo Blanco de Bernard Cornwell- Edhasa
- ¡Y este nuestro David! - señalando al rey. - ¡Y Dios nos conducirá a la victoria!
- Es una pena padre - le dije a Beocca más tarde-, que no estuvierais tan beligerante hace dos meses.
- Me alegro - respondió como si no fuera con él la cosa - de encontrarte en el favor del rey.
- Ha descubierto el valor - contesté - de los cabrones asesinos como yo, así que a lo mejor aprende a desconfiar del consejo de cabrones lloricas como vos, que le dijeron que podríamos derrotar a los daneses rezando.
En un tiempo y un mundo dominado por el fuego, la espada y la traición,
el joven Uhtred se enfrenta a un dilema: luchar al lado de los vikingos
daneses entre los que se ha educado o hacerlo al lado del rey Alfredo el
Grande de Wessex, por quien no siente simplatía alguna, debido a su
forma de imponer el cristianismo entre sus seguidores. Habrá que esperar
a ver de dónde sopla el viento para conseguir estar al lado del
vencedor en la terrible lucha que, a finales ya del siglo IX, está a
punto de sacudir lo que queda del último reino inglés.
Svein, el del Caballo Blanco es la segunda entrega después de Northumbria, el Último Reino, dentro de la saga: Sajones, Vikingos y Normandos.
Esta segunda parte nos cuenta la invasión del reino de Wessex por los temibles daneses. Y cómo un reino prácticamente derrotado, logró unirse bajo el mando de Alfredo el Grande y expulsar a los hombres del norte.
Cornwell sigue narrándonos la vida de Utherd de forma ágil, sin darnos tiempo a aburrirnos y en ocasiones sin dejarnos casi respirar entre un suceso y otro. La ambientación, al igual que en el anterior libro, es espectacular, con detalles (los justos y necesarios) y hechos, por supuesto, basados en acontecimientos reales, como bien nos explica el autor al final del libro.
En cuanto a los personajes, Utherd es el alma de la historia. Su carisma es arrollador y aunque su actitud en ocasiones deje mucho que desear, creo que me sería imposible odiarlo: es sarcástico hasta más no poder, es justo, valiente, sincero, generoso... Una delicia de personaje.
Beocca,
Leofreric o Alfredo siguen dándonos buenos momentos en esta segunda
entrega. Sobre todo este último, puesto que Corwell nos da la
oportunidad de conocer su interior.
Por ponerle un pero: la parte central del libro se me ha hecho uuun pelííín lenta, pero nada que afecte a mi valoración general del libro. E Iseult como personaje pues... bueno no me molesta, pero tampoco me agrada demasiado, para gustos colores.
En definitiva, si os gustó Northumbria, el Último Reino, Svein, el del Caballo Blanco no os decepcionará. Veremos si con la tercera entrega ocurre lo mismo: Los Señores del Norte.
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