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lunes, 7 de octubre de 2019

LA INQUILINA DE WILDFELL HALL

La Inquilina de Wildfell Hall de Anne Brontë- Alba Editorial

 - ¡Oh, señor Markham- dijo con una expresión inquieta, suavizando la voz hasta parecer un murmullo-. ¿Qué piensa usted de esas noticias horribles que corren sobre la señora Graham? ¿Puede usted alentarnos a no darles crédito?
- ¿Qué noticias?
-¡Oh, vamos, tiene que saberlo!- Sonrió furtivamente y movió la cabeza. 
-No sé nada sobre ellas. ¿Qué quiere demonios quiere decir, Eliza?
Tras muchos años de abandono, la destartalada y ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina -una viuda, al parecer- no tarda, con su carácter retraído y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña triste belleza, en atraerse las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven e impetuoso agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto un pasado... más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar.


Esta novela llevaba en mi lista de pendientes desde hace mucho tiempo, pero pienso que me equivoqué en el momento de comenzar a leerla. No estaba mentalmente lista para leer una historia escrita en 1848, con su vocabulario, en ocasiones alrevesado, y su argumento pausado. En cualquier otra ocasión hubiese estado en la gloria. Pero no ahora. 

Conseguí leer hasta la página 120. No más. Pero esto no es un adiós, es un hasta luego. Y en el momento en el que esté realmente motivada, volveré a comenzar esta novela de la gran Anne Brontë.



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