El Cuento Número Trece de Diane Setterfield - Debolsillo
"¿Cuánto tiempo permanecí sentada en la escalera después de leer la carta? No lo sé, porque estaba hechizada. Las palabras tienen algo especial. En manos expertas, manipuladas con destreza, nos convierten en sus prisioneros. Se enredan en nuestros brazos como tela de araña y en cuanto estamos tan embelesados que no podemos movernos, nos perforan la piel, se infiltran en la sangre, adormecen el pensamiento. Y ya dentro de nosotros ejercen su magia."
¿Dónde está la verdad?
La historia más importante de su vida era la que nunca había escrito.
Entre mentiras, recuerdos e imaginación se teje la vida de la señora Winter, una famosa novelista ya muy entrada en años que pide ayuda a Margaret, una mujer joven y amante de los libros, para contar por fin la historia de su misterioso pasado.
"Cuénteme la verdad", pide Margaret, pero la verdad duele, y solo el día en que Vida Winter muera sabremos que secretos encerraba El cuento número trece, una historia que nadie se había atrevido a escribir.
Una noche Margaret Lea recibe una carta de la mundialmente famosa escritora Vida Winters. En ella, Vida, le dice a Margaret que está dispuesta, por fin, después de tantos años, de contar la verdad, de narrar la verdadera historia de su pasado. Así, Margaret se dirige a Yorkshire, a la mansión de la señora Winters, donde esta última, enferma y envejecida, le irá contando todos los secretos que configuran su vida.
El Cuento Número Trece, se trata de la primera novela que leo de Diane Setterfield y aunque pienso que tiene aspectos muy positivos, hay ciertas partes de la historia que no me han terminado de gustar demasiado. Pero antes de adelantarme, vayamos por partes.
El Cuento Número Trece, nos narra la vida de Vida Winters, a través de los ojos y de la pluma de Margaret Lea. De esta forma, tendríamos dos personajes principales en esta novela. Por un lado, Margaret, una chica joven de unos veintitantos- treinta años (no se especifica la edad), que trabaja con su padre en la librería de su propiedad. Se trata de una mujer introvertida, inteligente y observadora a la que le apasionan los libros. Por otro lado, tenemos a Vida Winters, una novelista septuagenaria que decide, tras años de divulgar mentiras sobre su pasado, contar a Margaret la verdad. Así, nos encontramos con un libro escrito en primera persona por la joven Margaret, donde a su vez, transcribirá la historia de Vida.
Ambos personajes principales están bien construidos, son creíbles y evolucionan según la novela va avanzando, especialmente Margaret, con la que he logrado empatizar mucho. Lo mismo ocurre con los personajes secundarios, por ejemplo, el padre de Margaret, Aurelius o John the dig son personajes que a pesar de no aparecer mucho en la historia hacen de esta una lectura más agradable.
Por otro lado, la prosa utilizada por Diane Setterfield es buena. Es una autora que escribe bastante bien y que logra emocionarte con sus palabras, en particular cuando habla del amor por los libros y las historias.
Por lo tanto, si todos esos aspectos son bastante positivos, ¿por qué no me ha terminado de encajar demasiado esta novela? Sencillamente, por la trama de Vida Winters.
Como ya he dicho anteriormente, es Margaret quien nos narra toda la novela, y la trama donde ella es la protagonista la he disfrutado mucho. Es interesante y realista. Sin embargo, es ese misterioso pasado de la escritora lo que no me termina de convencer. La historia de Winters, va definitivamente de menos a más. Y es que el principio de su historia es sencillamente perturbador y desagradable (por lo que no me daban muchas ganas de seguir leyendo la verdad). Luego, hacia la mitad del libro mejora, pero no hay ningún personaje principal en esa historia con el que empatices y te identifiques, por lo tanto te acaba dando un poco igual lo que les ocurre a esos personajes. Por último, el final es un tanto inverosímil y da la sensación que Diane Setterfield se lo ha sacado de la manga (aunque luego si nos fijamos en los detalles que aparecen antes en la lectura veremos que no). Aun así, es un final que levanta la trama del pasado de Vida Winters y le da ritmo y tensión a la novela.
Así, El Cuento Número Trece se trata de una novela interesante y misteriosa que entretiene y es recomendable leer a pesar de sus aspectos negativos. Además, me ha abierto al mundo literario de Diane Setterfield, de la que estoy segura leeré alguna historia más.
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