La Casa Holandesa de Ann Patchett - Alianza Editorial
La Casa Holandesa, no aludía a su estilo arquitectónico, sino a sus inquilinos, por ser la morada de aquellos holandeses de apellido impronunciable. Desde cierta distancia parecía flotar un palmo por encima de la colina sobre la que se levantaba. Los vidrios que enmarcaban la puerta de entrada eran tan amplios como los de un escaparate y estaban sostenidos por unas vides de hierro forjado. Las ventanas dejaban entrar el sol y reflejaban sus rayos de vuelta, iluminando el amplio césped.
Ambientada en Filadelfia de los años 60-70, La Casa Holandesa nos cuenta la historia de la familia Conroy. Cyril Conroy, tras vivir años en la pobreza logra crear un imperio inmobiliario en la ciudad. Su inminente riqueza hace que decida comprar una mansión llamada la Casa Holandesa, donde vivirá allí con su mujer y sus dos hijos, Danny y Maeve. Sin embargo, tras la compra de la casa, poco a poco todos sus habitantes caerán en la ruina de una forma u otra, hasta que Danny y Maeve deben aprender a vivir con lo poco que les acaba quedando.
Que aburrimiento de libro. Así, tal cual. Me guie (otra vez), por la maravillosa portada del libro y su buena puntuación en GoodReads. Pero las apariencias engañan y no es oro todo lo que reluce.
La Casa Holandesa tiene
un muy buen comienzo. Una familia
que se traslada a una gran mansión en las afueras de Filadelfia y que tras ese
traslado comienzan a suceder situaciones terribles, como la marcha y abandono
de la mujer de Cyril y el casamiento de Cyril con una joven mujer que está
obsesionada con la mansión. La verdad es que parece el comienzo de un cuento
(la maldición de la casa, abandono de la madre, madrastra malvada…). No
obstante, el buen ritmo y el interés de la narración solo se mantienen durante la primera parte de la historia, SPOILERS después de que la madrastra de
Maeve y Danny eche a este último de la casa FIN DE SPOILERS haciendo que a partir de ahí se convierta en una historia sin ningún tipo de gancho.
Esto último se debe, en mi
opinión, a la bajada considerable del
ritmo de la historia (convirtiéndola en soporífera) y sobre todo, a la falta de conexión con los personajes
principales. Así, Danny me parece un chico con poco
carácter y personalidad, que hace a pies juntillas lo que le manda su
hermana mayor Maeve, sin cuestionarse nada, sin alzar la voz acerca de su
opinión, necesidades o intereses (esto último lo acaba haciendo pero después de
muuucho tiempo). Maeve, por otro
lado, se torna el personaje más interesante de la novela. Una chica con mucha
determinación, con carácter y que sabe sacarse las castañas del fuego. Sin
embargo, su obsesión por recuperar la Casa Holandesa y fastidiar a su madrastra
hacen que tome decisiones bastante
absurdas y perjudiciales para su hermano SPOILERS ¿qué es eso de obligar a tu hermano a que estudie la
carrera de medicina a pesar de que a él no le gusta absolutamente nada? FIN DE SPOILERS. Esto hace que Maeve se
convierta en un personaje obsesivo, cegado por la venganza, y lo que es peor,
plano (al menos hasta donde yo leí).
Por último, y creo que es lo peor de todo, mientras leía tenía la sensación de no saber que me quería trasmitir la autora con esta historia. Me explico: la sensación de que la autora me está contando todo esto pero sin entender el fin de ello, sin saber para qué. Esto último lo hilo con todo lo mencionado anteriormente, bajada de ritmo, personajes que sin más, pérdida brutal de interés y rellenar páginas sin sentido. Así que decidí no perder más el tiempo y dejar el libro después de leer aproximadamente 130 páginas. En fin… otra vez será.