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jueves, 29 de agosto de 2019

LA CASA DE RIVERTON

La Casa de Riverton de Kate Morton- SUMA

Todos pensáis que soy el mismo que se fue de aquí. Las personas parecen reconocerme, por lo que mi aspecto físico debe ser casi el mismo. Pero en muchos otros aspectos soy diferente, Grace.
Los veo, durante el día no es tan grave, pero por la noche los veo y los oigo. En el salón, en la cocina, en las calles del pueblo. Dicen mi nombre. Pero cuando me vuelvo a mirarlos... no están... todos están...
Verano de 1924. Durante una rutilante fiesta de la alta sociedad en Riverton Manor, una preciosa mansión a orillas de un lago, un joven y prometedor poeta se quita la vida. Las únicas testigos de ese dramático hecho, las hermanas Hannah y Emmeline Hartford, no se volverán a hablar nunca más.

Invierno de 1999. Grace Bradley, una anciana de noventa y ocho años que otrora fuera doncella en Riverton Manor recibe la visita de una joven directora de cine que está rodando una película sobre el suicidio del poeta. Esa visita convoca los fantasmas del pasado, recuerdos que durante décadas Grace había relegado a lo más profundo de su mente, incapaz de enfrentarse a ellos. 

Desde hace un tiempo tenía pendiente leer los libros de Kate Morton: me los habían recomendado, los había visto anunciados y estaban en mi lista de lectura desde hace mucho tiempo (incluso años). Al fin, decidí terminar con la "espera" y empecé La Casa de Riverton, y menos mal que lo hice.

La Casa de Riverton es una novela que transcurre entre dos tiempos: entre 1999 y en los años anteriores y posteriores a la I Guerra Mundial. Grace es la protagonista de nuestra historia, quien narra en primera persona sus recuerdos de cuando trabajó como criada y posteriormente como doncella en la casa de Riverton, perteneciente a una de las familias más importantes de Inglaterra, la familia Hartford

Morton nos cuenta la historia de aquellas personas que habitaron la casa Riverton, formando un collage en el que cada vida se entremezcla (a veces sin quererlo) con otras. Todo ello lo hace de manera pausada, con una ambientación fabulosa, muy cuidada, donde la autora describe todos los detalles.

Los personajes también dignos de nombrar: Grace, una chica de buen corazón, tímida, trabajadora y absolutamente leal; Hannah Hartford, mujer independiente, adelantada a su tiempo y aventurera; y Emmeline Hartford, hermana pequeña de Hannah, alocada, extrovertida y, tristemente, necesitada de amor y afecto. Las 3 forman el trío principal de la novela, aunque he de decir que mi personaje favorito a sido Alfred, uno de los sirvientes de la casa y soldado de la I Guerra Mundial.

Sin embargo, ¿por qué no la considero una novela "redonda"? Por el final, o más bien por ciertas partes del final del libro que me han parecido excesivamente precipitadas. También, hay ciertos misterios que son bastante previsibles SPOILERS 
que Grace es hija de Frederick FIN DE SPOILERS. Además, pienso que la historia, en ocasiones, se centra demasiado en las hermanas Hartford dejando a un lado la vida de Grace, que me interesaba igual o más que las de los Hartford (especialmente su relación con Alfred). 

Como apunte, y antes de terminar esta pequeña reseña, me gustaría mencionar el tratamiento que le da la autora a aquellos hombres que volvieron de la Guerra. Morton describe sus traumas y su desamparo de manera brillante. No profundiza excesivamente en este aspecto, pero si es un tema relevante en la novela, algo que yo al menos he agradecido. 

La Casa de Riverton me ha parecido una novela recomendable, con la que he disfrutado y con la que me he transportado a otra época, una época donde la vida en la casa de Riverton estaba en todo su apogeo.


viernes, 23 de agosto de 2019

EL BAILE DE LAS LUCIÉRNAGAS

El Baile de las Luciérnagas de Kristin Hannah- SUMA
 - Y en la parada del autobús estaba la tía Tully. Era la chica más guay que había visto en mi vida. Supuse que jamás querría ser amiga mía. Pero ¿sabes lo que descubrí?
- ¿Qué?
- Pues que por dentro, que es lo importante, estaba tan asustada y se sentía tan sola como yo. Aquel año nos hicimos amigas íntimas. Amigas de verdad. De esas que no te hacen daño adrede o dejan de ser simpáticas contigo sin ningún motivo.
En el caluroso verano de 1974, Kate Mularkey ha decido aceptar su papel de cero a la izquierda en la vida social de su instituto. Hasta que, para su sorpresa, «la chica más guay del mundo» se muda al otro lado de su calle y quiere ser su amiga. Tully Hart parece tenerlo todo: belleza, inteligencia y ambición. No pueden ser más distintas. Kate, destinada a pasar inadvertida, con una familia cariñosa pero que la avergüenza a cada momento, y Tully, envuelta en glamour y misterio aunque poseedora de un secreto que la está destrozando. Contra todo pronóstico, se hacen inseparables y sellan un pacto para ser mejores amigas para siempre.
Durante 30 años se ayudarán mutuamente para mantenerse a flote esquivando las tormentas que amenazan su relación: celos, enfados, dolor, resentimiento... Y creerán que han sobrevivido a todo hasta que una traición las separe... y someta su valor y su amistad a la prueba más dura.

Conocí a Kristin Hannah a través de su novela best-seller, El Ruiseñor. Esta novela narraba la historia de dos hermanas durante la II Guerra Mundial. 
En la novela que os traigo hoy, no son dos hermanas las protagonistas, sino que dos amigas, muy diferentes entre sí pero que se convierten en inseparables.

Kate es una chica de 14 años que vive Firefly Lane algo introvertida, inteligente y conformista que un día conoce a la que será su mejor amiga: Tully. Tully es todo lo contrario: segura de sí misma, ambiciosa, espontánea, sofisticada. Juntas, desde el verano de 1974 recorrerán aventuras, enfados, tristezas pero también muchos buenos momentos. 

Kristin Hannah, narra la historia desde la adolescencia hasta pasada la edad adulta de estas dos mejores amigas, sus pensamientos, amores o ambiciones. La novela está dividida por puntos de vista no diferenciados, por lo que en un mismo capítulo podremos leer sobre cualquiera de las dos protagonistas.

Sin duda, El Baile de las Luciérnagas es un libro que me enganchó al principio y que tiene ese ''algo'' que hace que no puedas dejar de leer. Sin embargo, la parte central del libro, especialmente en la que Kate es el PDV principal es... aburrido, así. La verdad, que no me interesa lo más mínimo el día a día de Kate como madre todoterreno; además pienso que la autora da una visión un tanto pobre de lo que es ser madre y todo lo que ello conlleva. 

Asimismo, las protagonistas no evolucionan, se quedan atascadas en su adolescencia, especialmente Kate, la cual parece que vive eternamente a la sombra de Tully; es más, a veces, se parece más una marioneta sin opinión ni criterio, que una mujer inteligente que piensa por sí misma SPOILER ¿Qué es eso de que ni siquiera se atreve a decirle a Tully que no quiere ser periodista? Nunca lo entenderé. FIN DE SPOILER. El mejor personaje me pareció Johnny, pero por desgracia no se le da tanta relevancia, ni acabamos conociendo sus verdaderos pensamientos o cómo se siente SPOILER especialmente cuando Kate está enferma FIN DE SPOILER. Es una pena, porque me hubiese gustado que la autora profundizase más en él. 

Eso si, el final aunque predecible SPOILER Me iba oliendo que Kate tendría o cáncer o depresión FIN DE SPOILER es muy-muy emotivo, que nos recuerda lo que es realmente importante en la vida: la familia y el amor. 

El Baile de las Luciérnagas, es una historia con sus más y sus menos, pero que nos habla sobre la amistad: la amistad entre Tully y Kate, una amistad real, leal e irrompible.





P.D. Recomiendo leer la última parte de la novela con un pañuelo cerca, sin duda lo necesitaréis.

jueves, 1 de agosto de 2019

LA HISTORIA DE LA LLUVIA

La historia de la lluvia de Niall Williams - Lumen 

La primera vez que abrí uno me sentí impúdica. Me encanta la sensación que produce un libro. Me encantan el tacto y el olor y el sonido de las hojas. Me encanta la manipulación. Un libro es un objeto sensual. Te acurrucas en un sillón con él o, como hago yo, te lo llevas a la cama y es, bueno, envolvente.

¿Tiene historia la lluvia? Pues sí, y bien mirado todos somos nuestras historias: las contamos para seguir vivos y recordar a los que ya no están. «Para empezar hay que ubicarte en el paisaje, localizar a los tuyos y tu lugar. Hasta que eso ocurre estás en la historia equivocada», comenta Ruth Swain. El paisaje es Irlanda, los suyos son parientes extravagantes, y su lugar son los libros.
En un pueblecito a orillas del río Shannon, esta muchacha de diecinueve años vive confinada en el ático de la casa familiar. Los casi cuatro mil libros que heredó levantan barricadas alrededor de su cama, y la lluvia es la música constante que nunca deja de sonar. Desde ese refugio la voz irónica de Ruth emprende un viaje literario en busca de su padre, Virgil Swain, un granjero y poeta tardío que leía pasajes de William Blake a sus vacas y transmitió a la hija el amor por los libros: Dickens, Stevenson y Emily Dickinson orientan ahora a la joven cuando se propone desvelar el misterio de la familia.


No sé ni cómo empezar a resumir, ni a dar mi humilde opinión sobre este libro... aun así, empecemos desde el principio:

Vi la recomendación de este libro en un canal de YouTube (tal vez no sea el mejor sitio), leí la reseña y me gustó, así que lo busqué en la biblioteca y lo empecé a leer con ganas. Pero esas ganas, poco a poco, fueron desapareciendo, hasta que ponerme a leer este libro se convirtió en un "suplicio" para mí.

No es que la historia que narre este libro sea mala, ni que los personajes sean horribles, ni que el paisaje que describe (la verde y bella Irlanda) sean desagradables; solo es que las palabras para hacerlo, en mi opinión, no son las adecuadas. Williams utiliza un vocabulario rocambolesco, pendante, con numerosas citas de libros y descripciones excesivamente largas. 

La lectura de La historia de la lluvia, se volvió monótona y aburrida, y eso es lo peor que puede pasarle a un libro. Logré leer 150 páginas y aún leyendo todas esas páginas, seguía sin saber exactamente qué era lo que esta historia me quería decir.

Al final desistí. Decidí que no merecía perder el tiempo con un libro que no me estaba gustando, cuando hay millones de libros magníficos esperando a ser leídos