Criadas y Señoras de Kathry Stockett- Maeva
-Érase una vez dos niñas pequeñitas; una tenía la piel negra y la otra, blanca. Un día la niñita de coló le dijo a la blanca: << ¿Por qué tu piel es tan pálida? >>, y la niñita blanca respondió: << No lo sé. Y la tuya, ¿por qué es tan oscura? ¿Qué crees que querrá decir esto? >>. Pero ninguna de las dos sabía la causa. Así que la niñita blanca dijo: << Bueno, vamos a ve. Tú tienes pelo, y yo también >>. La niñita de coló dijo: << Yo tengo una nariz, y tu también >>. La niñita blanca dijo: << Yo tengo deditos en los pies, y tu también >>. La niñita negra dijo: << Entonces somos iguales, solo que de distinto coló >>. La niñita blanca estuvo de acuerdo y se hicieron amigas. Colorín, colorao, este cuento se ha acabao.
Skeeter, de veintidós años, ha regresado a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Mississippi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en la mano. Aibileen es una criada negra. Una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo, que murió mientras sus capataces blancos miraban hacia otro lado, siente que algo ha cambiado en su interior. Se vuelca en la educación de la pequeña niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que terminarán separándose con el tiempo. Minny, la mejor amiga de Aibileen, es bajita, gordita y probablemente la mujer con la lengua más larga de todo Mississippi. Cocina como nadie, pero no puede controlar sus palabras, así que pierde otro empleo. Por fin parece encontrar su sitio trabajando para una recien llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama. A pesar de lo distintas que son entre sí, estas tres mujeres acabarán juntándose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por que? Porque se ahogan dentro de los límites que les impone su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas.
Llevo posponiendo hacer la reseña de Criadas y Señoras durante bastante tiempo. La verdad, que no tenía muy claro cómo enfocar entrada, ya que la lectura de Criadas y Señoras no resultó como yo esperaba.
Desde su publicación en 2009, la novela se convirtió en un masivo Best-Seller, reforzado, además, por la película de mismo título estrenada en 2011. Por lo que esperaba una novela transgresora, que tratase el racismo social e institucional imperante en 1960 en EEUU y que diera voz a las miles de criadas que vivían en ese régimen. Y aunque todo ello sí lo hace, pienso que de una manera poco contundente.
Así, en esta reseña no voy a hablar sobre los personajes, ni sobre la ambientación, ambas correctas. Si no que hablaré principalmente del argumento y cómo lo lleva a cabo la autora a lo largo de las más de 400 páginas del libro.
1962. Sur de Estados Unidos. Skeeter, una joven de 22 años, recién graduada en la universidad, contacta con una famosa editora de Nueva York para presentarle una idea de un nuevo libro donde dará voz a varias criadas afroamericanas de su ciudad. Aibileen y Minny dos criadas negras, se unirán a Skeeter para narrar y escribir anécdotas y secretos desde una perspectiva que no se ha hecho nunca hasta ahora.
Stockett, para desarrollarnos su historia, lo hace desde 3 puntos de vista: Skeeter, Aibileen y Minny, y a todos estos PDV les falta, en mi opinión, algo muy importante y que hubiese hecho que mi nota de este libro mejorase: más política. Stockett, no se moja. Trata el racismo (y todo lo que ello conllevaba y conlleva) de forma muy velada. Esto es, la autora sí que menciona humillaciones, protestas, palizas e incluso asesinatos de personas afroamericanas, pero lo hace muy por encima, sin profundizar en ninguno de estos aspectos. Es más, consigue que lleguen a pasar a un segundo plano gracias a las partes dedicadas a las anécdotas de Aibileen y Minny, como si esas circunstancias o vivencias fuesen una historieta más. Me hubiese gustado conocer algo más sobre las concentraciones o manifestaciones que hacía la comunidad afroamericana para luchar contra el racismo, la división de opiniones que podía haber dentro de la misma comunidad o la lucha clandestina (la parte de la del libro de Skeeter) que llevaban a cabo. Por esa razón, digo que le falta ser una historia más política, más crítica, más valiente.
Lo mismo me ocurre con la trama principal, es decir, la escritura del libro de Skeeter. El lector entiende, por supuesto, el peligro que supone para las criadas colaborar con Skeeter, pero sigue dando la sensación de que no es un peligro de muerte real. Creo que si la autora le hubiese dado más importancia a todas las situaciones terribles que vive la comunidad afroamericana, todo ese peligro hubiese sido más creíble.
Principalmente, este es mi problema con esta novela, ya que como ya he dicho, los personajes están bien (especialmente Aibileen), la ambientación es buena y tiene bastantes toques de humor, además el día a día tanto de Aibileen y Minny es interesante de leer, pero le falta todo lo que he comentado anteriormente y que pienso que es vital para una novela que trata el racismo en el contexto de esta historia.
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