El Encuadernador de Bridget Collins - Plaza & James Editores
Si matáis con fuego, bajo el fuego pereceréis. Si nos quemáis por odio, vosotros arderéis. Si hacéis esto, la sangre y las cenizas mancharán vuestra alma. Todo lo que toquéis se marchitará y fenecerá. Os odiarán y acabaréis solos. Jamás hallaréis el perdón.
Un relato de deseos enterrados y traiciones indescriptibles.
Una historia de amor que desafía los límites.
Una novela mágica e inolvidable.
Imagina que los libros no solo contienen historias.
Imagina que puedes ocultar entre sus páginas tus mayores miedos, tu dolor más profundo, tus secretos más oscuros. A todo el mundo. Incluso a ti mismo. Para siempre.
Emmett Farmer, después de un largo día de trabajo en el campo, recibe una misteriosa carta que le cita a incorporarse como aprendiz de encuadernador. Es una profesión que despierta miedo y superstición en su entorno. Sin embargo, como humilde campesino sin recursos, no le queda más remedio que abandonar la granja familiar.
En la casa aislada donde vive su maestra, la anciana Seredith, Emmett aprenderá a elaborar libros que, más allá de tener unos acabados muy cuidados, son tomos mágicos que conservan los recuerdos de las personas y atesoran secretos del pasado.
Quien quiere olvidarse de algún episodio del pasado, puede acudir al lugar donde los encuadernadores encierran estas vivencias en volúmenes que guardan en una cripta bajo el taller: una suerte de biblioteca del olvido en la que todo permanece a la espera. Pero un día Emmett descubre su nombre en uno de esos libros...
Es frustrante. En algo más de mes y medio he abandonado 3 libros. ¡3! El primero, Dónde estás, Mundo Bello de Sally Rooney; el segundo, Gente Ansiosa de Frederik Backman (del cual ni siquiera hice una entrada, por lo que os podéis imaginar lo poco que me apetecía perder el tiempo con ese libro); y por último, El Encuadernador, del que os hablaré a continuación.
Llegué al El Encuadernador, recomendado por una youtuber a la que sigo. Y la verdad, que solemos coincidir en gustos literarios, pero en esta ocasión no ha sido así. Por supuesto, realicé mi investigación en GoodReads, y animada por la puntuación, la condición de Best-Seller (que tantos disgustos me ha dado, la verdad), las reseñas y la preciosa portada, decidí conseguir el libro y ponerme cuanto antes a leerlo.
El Encuadernador comienza presentándonos a Emmett, un joven granjero, que trabaja en la granja familiar. Leemos a través de su PDV cómo Emmett ha estado enfermo durante bastantes meses y cómo nada ha sido igual desde entonces. Emmett todavía no está del todo recuperado, por lo que acaba suponiendo una carga para su familia. Así, tras un acuerdo con la maestra encuadernadora de libros Seredith, su padre decide llevarle a que aprenda el oficio en el taller de esta última. Todo esto no supondría un problema, pero en el mundo creado por Collins, los libros son objetos peligrosos, llenos de magia oscura y supersticiones.
El argumento de la novela parece interesante, una novela de fantasía con toques de misterio y magia oscura, perfecto para esta época del año. No obstante, ya desde el primer momento está mal ambientado. Comienzas a leer y no se nos dice dónde vive Emmett, si es un país existente o uno inventado, ni tampoco en la época en la que se encuentra. Vale, de acuerdo, en la reseña que podemos leer en GoodReads, se nos dice que la historia está ubicada en la Inglaterra del siglo 19 de un universo paralelo. Estupendo, pero se supone que al lector no debe hacerle falta leer la reseña o la contraportada para saber dónde está ambientado la historia, eso es algo que se tiene que leer en las primeras páginas del libro. Pero en este caso, no hay nada, no hay ningún tipo de descripción del entorno, ni mención al siglo en el que nos podemos encontrar, absolutamente nada. Por lo que ya desde el primer momento estás totalmente desubicado.
Además, tener como narrador al protagonista, Emmett, tampoco ayuda en el tema de la ambientación, y creo, que tampoco a la propia novela. Emmett (del cual no sabemos la edad, supongo que 18?¿), me parece un chico caprichoso, poco paciente y que no tiene mucha sangre SPOILERS esto se puede ver cuando se "enfrenta" a los que querían quemar la casa de Seredith FIN DE SPOILERS. Pienso que si el narrador hubiese sido omnipresente o se intercalasen puntos de vista diferentes, por ejemplo, varios PDV de Seredith, hubiese sido más acertado, porque la verdad, que Emmett, su historia y lo que le pasa, me son indiferentes.
Lo mismo ocurre, con los libros y los cuartos secretos de la casa de Seredith. El tener de narrador a Emmett, le quita el misterio, y lo convierte en una obsesión malsana. Entiendo que Emmett, quiera encontrar respuestas, pero su insistencia me acabó resultando cansina, muy cansina. Al final, cuando, por fin, sabemos qué ocurre con los libros en ese universo y cuál es el trabajo del encuadernador, no me pareció una revelación tan emocionante. Todo ello, debido a que previamente no se ha desarrollado bien todo el suspense e intriga en torno a ello.
Por último, y mi razón principal para finalmente abandonar esta novela, es que es muy lenta. Leer 100 páginas se me hizo eterno: <<Me detuve un instante, tentando el hueco donde el miedo había morado, como si estuviera comprobando un diente cariado con la lengua. Nada. O sí, tal vez un eco lejano de dolor agudo; no ese dolor sordo de una caries, sino algo más limpio, como una brecha que ya se está curando. En el aire flotaba un olor similar al de la tierra mojada después de la lluvia, como si todo se estuviera renovando.>> Y ejemplos como ese, en estas 100 páginas, hay demasiados. Demasiadas divagaciones, con descripciones y sensaciones enrevesadas para llegar a ningún lado.
En fin... esperemos que mi suerte cambie.